Control de la corrosión y los depósitos de minerales en sistemas de enfriamiento

Control de la corrosión y los depósitos de minerales en sistemas de enfriamiento

El control de la corrosión y de los depósitos de minerales en sistemas de enfriamiento, en particular aquellos con torres de enfriamiento (también conocidos como sistemas recirculantes abiertos), puede ser una tarea difícil y desafiante. La evaporación de la torre de enfriamiento induce una acumulación de sólidos disueltos y suspendidos, lo que aumenta las tendencias de corrosión y formación de incrustaciones del agua circulante. Los programas de tratamiento han evolucionado mucho en el último medio siglo y esta evolución ahora es influida por otro factor: preocupaciones sobre asuntos medioambientales relacionados con la purga de torres de enfriamiento y la influencia de ciertos componentes de la purga en las masas de agua receptoras. 

La historia del tratamiento de enfriamiento

A mediados del siglo pasado, el método común de tratamiento de torres de enfriamiento industriales era la alimentación de ácido sulfúrico para control de incrustaciones, con inyección de dicromato para inhibir la corrosión. El cromato forma una capa de seudoacero inoxidable sobre el acero al carbono, brindando una excelente película pasivante frente al agua de recirculación y sus impurezas. Un rango de pH típico para estos programas fue de aproximadamente 6,0 a 6,5, y el control fue sencillo.

Sin embargo, los problemas de toxicidad relacionados con el cromo hexavalente (Cr6+) hicieron que se abandonara este método de tratamiento para todos los sistemas de agua de enfriamiento abiertos y la mayoría de los cerrados. En la mayoría de los casos, el reemplazo se basó en una química central de fosfatos inorgánicos y orgánicos (fosfonatos), a veces con un pequeño residuo de zinc para protección adicional contra la corrosión y un polímero para controlar la formación de incrustaciones de fosfato de calcio. Además de operar en un rango de pH más alto (aproximadamente 8,0–8,5), lo que ayuda a reducir la corrosión general, la tecnología depende de una química de deposición bastante compleja para proporcionar protección adicional contra la corrosión y la incrustación. Muchas veces, el control de estos programas puede describirse como “estar al filo de la navaja”, ya que las inestabilidades pueden provocar condiciones corrosivas o de formación de incrustaciones. 

Desarrollos recientes en las prácticas de tratamiento

En años recientes, los programas de fosfato y fosfonato han sido objeto de más escrutinio, como resultado de más problemas relacionados con la descarga de fosfato por la purga de torres de enfriamiento. Muchos cuerpos de agua naturales en los Estados Unidos presentan “daños por fósforo”, donde la presencia de este elemento genera brotes de algas tóxicas. En consecuencia, la descarga de fósforo de fuentes puntuales, como las plantas industriales, se está restringiendo en muchos lugares. También aparecen reglamentaciones más estrictas sobre la descarga de metales, incluido el cinc. 

Es en este contexto que se han desarrollado nuevos programas sin y con poco fósforo para inhibición de corrosión e incrustaciones en agua de enfriamiento. Un ejemplo es la tecnología FlexPro® de ChemTreat, que utiliza lo que de modo genérico puede denominarse un inhibidor de almidón polihidroxi reactivo (reactive polyhydroxy starch inhibitor, RPSI) para protección contra la corrosión, con frecuencia combinado con polímeros orgánicos para control de incrustación. Una característica clave de la química del RPSI, y un factor principal que lo ha hecho popular, es que, a diferencia del tratamiento con fosfato o fosfonato, no depende de productos de depósito para proteger las superficies metálicas; en lugar de ello, el compuesto forma una unión directa con los metales. De esta manera, desaparece el aspecto de un control “al filo de la navaja”.

Incluso así, se requieren análisis exhaustivos del agua antes de aplicar este o cualquier otro programa. Las aguas con alto contenido de hierro pueden permitir el desarrollo de bacterias de hierro, que pueden superar incluso la capa protectora formada por FlexPro®. No hay sustituto de los datos rigurosos para desarrollar programas de tratamiento de agua de enfriamiento.      

Comuníquese con ChemTreat si requiere asistencia para diseñar un programa de tratamiento personalizado para su aplicación. 

Solicitar consulta

Al igual que con otras tecnologías, se requiere debida diligencia para determinar la factibilidad para utilizar los métodos. Siempre consulte los manuales y las guías del equipo y obtenga asesoría de ChemTreat para resolver las necesidades específicas de su sistema.